Por Julian Doyle
La experiencia invisible. Inmigrantes irlandeses en el perú (UNMSM, Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 2018) es el flamante libro de Gabriela McEvoy, asistente de cátedra en la Lebanon Valley College de Pennsylvania, EE.UU. La profesora de español ha publicado varios artículos sobre la inmigración en América Latina. La también hermana de la historiadora Carmen McEvoy presenta la saga de la inmigración irlandesa al Perú durante el siglo XIX, por medio del estudio de cartas, testamentos y otras fuentes primarias, donde examina por un lado la vida de los obreros y campesinos que permanecieron en el anonimato y que fueron parte de uno de los primeros proyectos migratorios; y por otro, estudia las biografías de exitosos irlandeses, como John Patrick Gallagher O’Connor y William Russell Grace, quienes — al poco tiempo de llegar al Perú — se abrieron paso en el mundo comercial y profesional. El libro fue el más vendido en la 23 º Feria Internacional del Libro (FIL) de Lima.
The Southern Cross: En Argentina es muy notable la incidencia de los irlandeses en terrenos decisivos de la sociedad. Sin ir más lejos, la comunidad llegó a fundar su propio medio de comunicación que perdura hasta la actualidad. ¿Sucedió algo así en Perú?
Gabriela Mc Evoy: Utilizando las palabras de Jurgen Buchenau, se puede decir que la inmigración irlandesa en el Perú fue de “small numbers, great impact”. En tal sentido, hubo una gran incidencia en la participación económica, social y política logrando tanto la consolidación de las clases oligárquicas y burguesas, como la incorporación del inmigrante irlandés dentro de las clases trabajadoras. Por ello se observa que no fue una inmigración homogénea sino todo lo contrario. Además, por los documentos analizados y por algunas fuentes bibliográficas, se observa que fue difícil su inserción en la sociedad peruana. El proyecto de inmigración asistida, por ejemplo, ha quedado documentado con la “Propuesta del Doctor Gallagher para la introducción de peones agrícolas desde Irlanda al Perú.” A diferencia de los irlandeses que llegan a la Argentina y que trabajaron para conseguir tierra, ganado y un estatus social, en el caso peruano se solicita exclusivamente trabajadores del campo, sin aparentes posibilidades de obtener tierras. Bajo este contrato, el inmigrante que llega al Perú sabe de antemano que no venía como colono, sino como trabajador agrícola, con una obligación contractual de siete años de servicio en la hacienda para luego obtener su libertad. Sin embargo, el proyecto agrícola no funcionó por falta de irrigación y muchos de los irlandeses se esparcieron. Algunos migraron a otros países, pero los que se quedaron llegaron a conformar la clase trabajadora peruana.
TSC: ¿Por qué el título del libro “La experiencia invisible”?
GME: Hay una extensa bibliografía tanto a nivel histórico como literario sobre los distintos grupos de inmigrantes europeos y no europeos que llegaron a Latinoamérica. Sin embargo, se ha escrito muy poco sobre los irlandeses en el Perú. Este libro recuerda que hubo un pequeño grupo de hombres y mujeres que con su decisión de dejar su Irlanda natal no solo cambiaron sus propios destinos, sino que también influyeron, de alguna manera, con las identidades peruanas en formación. Debido a la pequeña presencia que tuvieron en el Perú, los inmigrantes irlandeses pasaron desapercibidamente. Es decir, han sido invisibles para la historia del Perú y, por ello, a través de este libro se intenta hacer visible lo que por años no ha sido. De esta forma, he intentado también darles voz a los inmigrantes comunes que, con sus acciones diarias en los diversos sectores de la sociedad, tuvieron participación en los grandes cambios económicos que se daban, a nivel mundial, aunque ellos lo hicieron desde un limitado contexto, es decir, desde su experiencia personal. Es así que el título se convierte en un juego de palabras entre la experiencia personal del inmigrante irlandés que tuvo presencia en la construcción del Perú moderno y su invisibilidad en la narrativa histórica peruana.
TSC: Pese a haber sido una inmigración no tan masiva, existieron varios individuos que aportaron para construir el mestizaje peruano y también construir la historia del país. ¿Podés decirnos algunas personalidades irlandesas de relieve allí?
GME: John Patrick Gallagher O’Connor y William R. Grace son dos personalidades irlandesas de relieve en la sociedad peruana ya que ambos son considerados como pioneros del proyecto migratorio irlandés. El primero fue un médico e inmigrante por elección, establecido en el Perú, que buscó mano de obra irlandesa para sus tierras ubicadas en el Callao. El segundo se unió al proyecto agrícola propiciado por Gallagher O’Connor, el cual estuvo organizado desde Irlanda por James Grace, padre de William R. Grace. Ambos irlandeses simbolizan la figura paradigmática del inmigrante emprendedor, pues reúnen el espíritu aventurero, ambición, audacia, contactos personales y educación, logrando acumular riqueza personal y contribuir con el desarrollo socio-económico peruano. Sin embargo, ambos siguen derroteros diferentes. Mientras Gallagher se instala en el Perú y participa, a través de sus futuras generaciones, en las empresas financieras, bancarias y de seguros, Grace construye una estructura de negocios integrados que incluye la comercialización del guano, azúcar, algodón, salitre y petróleo. Su participación financiera y comercial más controversial se da cuando negocia los bonos del Estado peruano como una forma de rescatar al Perú, el cual se encontraba en una crisis económica agudizada por los efectos de la guerra del Pacífico (1879–1883). Una vez que Grace acumula suficiente fortuna, se traslada a los Estados Unidos donde no solo consolida su riqueza a nivel internacional, sino que también ingresa a la política estadounidense convirtiéndose en el primer alcalde católico irlandés de la ciudad de Nueva York.
TSC: ¿Cómo aparecieron en tu vida los estudios irlandeses y en especial, el interés por la diáspora irlandesa?
GME: Esta investigación se inició como un asunto de interés personal por conocer la historia de mis ancestros por el lado paterno y posteriormente, en mi calidad de inmigrante y de estudiante del doctorado en la Universidad de California, San Diego, decidí llevar el tema a un nivel académico. Posteriormente, la publicación de mi artículo “Irish Immigrants in Peru during the Nineteenth Century” en la revista electrónica de Estudios Irlandeses-Latinoamericanos me dio la oportunidad de entrar en contacto con muchas personas alrededor del mundo que tienen el mismo tema de interés y me proporcionaron valiosa información para mi investigación. Así es como fui recopilando información sobre lugares de investigación y documentos que me sirvieron para construir una narrativa sobre la diáspora irlandesa, que se convirtió en el libro que he publicado hace unos meses. Mis viajes a Irlanda, al Perú y a algunas ciudades de los Estados Unidos me sirvieron también para visitar centros de investigación y encontrar documentos inéditos, tal como es el caso de un conjunto de cartas de John Dowling, inmigrante irlandés quien dejó documentada la comunicación que tuvo con diversas personas a través de una serie de cartas personales que se escribieron y que están depositadas en el Indiana Historical Society en los Estados Unidos. El hecho de que no exista libro alguno sobre la inmigración irlandesa en el Perú me incentivó a seguir indagando y construyendo una narrativa sobre una inmigración que es aún enigmática, pero que resulta ser fascinante porque representa un verdadero reto para el investigador.
TSC: En cuanto a la investigación, en este libro fue clave el trabajo de archivo. Contanos con qué desafíos y obstáculos te encontraste en el estudio de cartas personales, testamentos, partidas de nacimiento, de matrimonio y de defunción.
GME: El trabajo de archivo fue fundamental en este trabajo de investigación ya que se requería ir a las fuentes primarias para intentar reconstruir parte de la historia del inmigrante irlandés en el Perú. Las tesis de grado escritas sobre la inmigración en el Perú me permitieron, por ejemplo, corroborar los distintos proyectos e intentos migratorios irlandeses y a partir de ahí empecé a analizar las partidas de nacimiento, matrimonio y defunción encontradas y proporcionadas por las familias de descendientes irlandeses. Al leer, por ejemplo, la partida de matrimonio de un inmigrante irlandés y mencionar que conoce al testigo de su boda ya que hicieron el viaje juntos desde Irlanda, me permite confirmar el desplazamiento irlandés, hacia el Perú. Por otro lado, el visitar el cementerio, como fuente primaria de investigación, me permitió no solo obtener importantes datos acerca de la ocupación, el lugar de nacimiento, la religión, la edad y las causas de muerte de los viajeros irlandeses, sino también me permitió conocer, por ejemplo, la clase social a la que perteneció el individuo en la sociedad peruana en base a su ocupación. Por tal motivo, con la recopilación de estos datos pude recuperar las identidades de sujetos anónimos que fueron atraídos por esperanzadores proyectos.

TSC: En este sentido, el flujo migratorio se dio varias veces o en una sola oleada? Se asentó en Lima o en las afueras?
GME: Se pueden establecer dos pequeñas oleadas: una en 1851 que es un proyecto organizado por el médico irlandés John Patrick Gallagher, quien se había establecido en el Perú y por James Grace quien desde Irlanda reclutó a la mano de obra para que fuera a trabajar a las tierras de Gallagher. De tal forma, se embarca un total de 170 irlandeses entre los que se encontraba el hijo de James Grace, William R. Grace, que se incorpora al grupo, pero quien al llegar al Perú se aparta del grupo de campesinos e ingresa a trabajar en el servicio naviero. Hay una segunda oleada irlandesa muy poco documentada que se da en 1853, se reporta la llegada de 150 irlandeses, cuyo consignatario fue el inmigrante panameño e hijo de comerciante genovés, José Antolín Rodulfo. Cabe notar que si bien un gran número de irlandeses se asentó en el puerto del Callao, también hay un desplazamiento tanto nacional como inter-regional, por ejemplo, a Chile. Adicionalmente, se ha podido establecer también la migración individual y espontánea de irlandeses que llegan a Perú, probablemente en búsqueda de fortuna y que también se desplazan a las distintas áreas del Perú, como es el caso de Patrick Dowling, quien inicialmente vive en el sur del Perú, luego se traslada a Lima y posteriormente reporta que trabaja en la zona andina.
TSC: En la actualidad persiste una comunidad como tal o sufrió demasiado la fragmentación?
GME: Está bastante fragmentada. Generalmente, la “comunidad” existente se da a nivel familiar, no a un nivel más amplio como existe en otros países. Mientras que hay familias que todavía conservan algunas de las tradiciones familiares como es la celebración de San Patricio, por ejemplo, otras han perdido estas tradiciones con el pasar del tiempo. Lo que sí fue vital es la cantidad de información que me dieron las distintas familias que conocí, desde simples historias familiares hasta documentos personales de inmigrantes irlandeses tales como contratos, testamentos y cartas. Debido a la inexistente bibliografía sobre el tema, estas fuentes primarias inéditas constituyeron la base principal de mi narrativa.

TSC: En cuanto a tu ascendencia, ¿Cómo es la trama histórica de los McEvoy en América?
Mi ascendencia irlandesa viene por parte de mis bisabuelos, ambos irlandeses. Se sabe poco de ellos; sin embargo, sé que mi bisabuelo Tomás fue carpintero y fue parte de la fuerza laboral de los “braceros”; es decir, de aquella mano de obra que se movilizaba según el trabajo requerido. La llegada de ambos se da en distintas fechas, aunque relativamente cercanas. Recordemos que a mediados del siglo XIX se inicia el proceso de modernización con la construcción de ferrocarriles, y por el lugar de nacimiento de sus hijos, se sabe que estuvo desplazándose internamente en el Perú. Con el transcurso del tiempo, los descendientes de los patriarcas irlandeses se fueron posicionando en los distintos sectores de la sociedad peruana, tal es el caso de Carmen McEvoy, bisnieta de Tomás McEvoy, quien no solo es una reconocida historiadora peruana, sino que también se convirtió en la primera embajadora extraordinaria y plenipotenciaria del Perú en Irlanda. Es decir, más de siglo y medio después de la inmigración irlandesa al Perú, la descendencia regresa al país de origen en calidad de representante del Perú.
Entrevista publicada en la edición impresa de The Southern Cross.