Por Carolina Barry (Investigadora Conicet)

Norma Egan nació en San Antonio de Areco el 18 de septiembre de 1925 y falleció el 28 de abril de 2021. Se crió en el seno de una típica familia rural irlandesa formada por seis hermanos (cuatro mujeres y dos varones) hijos de Miguel José Egan y de Elena O’Donnell. Cursó hasta 4to año del Bachillerato Nacional en Areco.

Norma formó parte de una experiencia novedosa, un partido político integrado exclusivamente por mujeres: el Partido Peronista Femenino que existió entre 1949 y 1955. Su presidenta Eva Perón seleccionó mujeres de todo el país entre ellas a Norma Egan. Según su propio relato había concurrido a la Fundación Eva Perón: “Yo fui a pedir trabajo y me dieron para hacer política” como subdelegada censista en Areco en reemplazo de otra descendiente de irlandeses Margarita Willington de O’Berty. La organización de ese partido estaba compuesta por delegadas censistas una por cada provincia y de subdelegadas que creaban y dirigían las unidades básicas femeninas. En la provincia de Buenos Aires, la delegada era otra descendiente de irlandeses, Catalina Inés Allen de quien Norma Egan dependía estructuralmente en el partido.

Los contactos familiares y el fuerte arraigo en la zona le sirvieron en su tarea política. Ella recorría los campos de Areco con un jeef Land Rover para afiliar mujeres e invitarlas a participar en el partido, según recordaba años más tarde: “todos los dueños de campos y los estancieros me conocían y me dejaban entrar, porque mi papá tenía una tropilla y mis tías eran maestras y otra, directora de la escuela”. Una vez adentro, hablaba con las mujeres de los peones: “yo les contaba cómo era de linda (por Evita), que veía gente que salía (de la Fundación Eva Perón) con cosas, con máquinas… y la gente se entusiasmaba… les explicaba que iban a vivir mejor y que nos ayudaran con el voto”. Incluso, “iba a los boliches y comía salame con un vaso de vino, o tomaba mate en una casa”, lo que le costó una reprimenda de la inspectora del partido que buscaba celosamente cuidar la reputación de las mujeres, y tomar vino no estaba bien visto.

El 11 de noviembre de 1951 las argentinas votaron por primera vez y un número significativo de mujeres integró las listas partidarias para ocupar cargos en el Congreso Nacional y las legislaturas provinciales. En la provincia de Buenos Aires, el Partido Peronista presentó 22 mujeres entre candidatas a diputadas y senadoras, una de ellas, era Norma Egan que resultó electa diputada provincial con solo 26 años de edad, para el período 1952-1955. En su labor legislativa, recordaría años más tarde con cierto pesar, no había podido realizar todo lo que se había propuesto quizás por falta de experiencia y por la crisis económica que estaba atravesando el país. Su condición de católica, le generó un fuerte conflicto de lealtades cuando se sancionó la ley de divorcio vincular y es de suponer que la misma situación la vivió durante el conflicto con la Iglesia; al tiempo que tuvo el coraje de negarse a firmar una petición para el retiro de maestras radicales solicitada por el ministro de Educación, Raimundo Salvat.

En 1955, fue apresada por el gobierno de la Revolución Libertadora junto a todos los funcionarios y legisladores peronistas, en la causa “contra ex legisladores provinciales”. Estuvo detenida en la cárcel de mujeres de Olmos y fue sobreseída definitivamente el 14 de mayo de 1957. Nunca más se dedicó a la política, y en 1967 fue una de las fundadoras del Círculo de legisladores de la provincia de Buenos Aires donde se desempañaba como vocal.

En 2019, recibió una distinción de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires y el mismo año le fue otorgado el premio María Elena Walsh por su impulso en la incorporación de mujeres en la historia política argentina. Al momento de recibirlo dijo: “este premio es un orgullo, María Elena Walsh era una maravillosa persona. Es muy lindo que las mujeres luchen y se las distinga, vayan siempre para adelante y nos representen…nosotras les dejamos un partido político donde pudieran ser elegidas”.