Por Susana Harrington

Thomas Charles Whitfield llegó a Bs. As en 1819 y estableció una botica muy cerca de la Iglesia Nuestra Señora de la Merced.

Pero aquel mundo de jarabes, tónicos y píldoras para la tos no lo terminaban de convencer y por eso empezó a invertir en estancias ovejeras y en el negocio de la construcción.

En 1826 compró la antigua quinta de Martín Altolaguirre en el barrio de los frailes recoletos. Si bien era una zona alejada del casco fundacional, Whitfield tenía un proyecto en mente y confiaba en su instinto irlandés.

“An neach nach cinn na chadal, Cha chinn e na dhuisg” ( “Aquel que no prospera en sus sueños, no prosperará despierto”)

La quinta “Los Olivos” era enorme. Limitada por las actuales Quintana, Libertad, Libertador y Callao, ofrecía unas panorámicas únicas del río desde lo alto de las barrancas que estaban cubiertas por árboles y cultivos. Años atrás, se la había dividido pero Whitfield apuntaba a unirla de nuevo.

¿Quiénes fueron las partes vendedoras?

Dos.

Por un lado, María C. Cabrera de Altolaguirre que le vendió la “Quinta Chica del Bajo”, ubicada junto al río en Libertador entre Callao y Libertad.

Y por el otro, Mariquita Sánchez de Mendeville, viuda de Thompson ….sí, la famosa Mariquita en cuya casa se dice que se entonó por primera vez el Himno Nacional ….a la cual le compró la llamada “Quinta Grande”.

La casa principal yacía a la altura de Alvear y Libertad pero, como estaba alquilada por el cónsul británico Woodbine Parish, Whitfield contrató al arquitecto escocés Richard Adams para que le construyera un caserón neoclásico en Alvear entre R. Peña y Callao desde donde también tendría una vista privilegiada.

¿Qué planeaba hacer?

Edificar varias casas de alquiler para así poder vivir de rentas!

Muchos de los inquilinos fueron irlandeses: el diplomático Lord Ponsonby, el médico John Oughgan, el ingeniero John Coghlan y el hacendado Gillespie O´Dwyer, entre otros.

“Los Olivos” fue creciendo en belleza y popularidad por eso en 1860, una añorante y quizás arrepentida Mariquita escribía:

“ Si vieras la quinta hoy! Vendió Whyil la casa vieja hasta el bajo del río. Con la plata hizo 3 hermosísimas casas grandes y 3 chicas al bajo y 3 a la calle Larga, todas con opción a pasear por el bosque de olivos que es cuidado y explotado y lleno de jardines que tiene cada casa. Esto es lo más lindo que hay aquí y su dueño vive con grandes de sus rentas” ( “Cartas de Mariquita Sánchez”, Ediciones Peuser, Bs.As 1952).

Pero no todo lo que reluce es oro y Mariquita se equivocaba.

A Whitfield no le fue bien en los negocios y por eso terminó vendiendo sus estancias y desmembrando “Los Olivos”.

La “Quinta Chica del Bajo” fue adquirida por el irlandés Thomas St. George Armstrong y partes de la “Quinta Grande” por Santiago Klappenbach y Frank Parish. Whitfield se quedó con su casona y un par de cuadras más….y fue allí donde murió en la primavera de 1862.

Su hija Elizabeth Whitfield MacFarlane continuó loteando; y nuevos vecinos alquilando o comprando y construyendo.

La primitiva casa principal… donde había funcionado la Legación Británica… se convirtió en el Colegio Aravena para varones; y el caserón de Whitfield, en la escuela Pensionnat Frébourg para señoritas.

Y, mientras las barrancas eran testigos mudos de encuentros entre estudiantes y la calle Bella Vista era rebautizada Alvear, un nuevo barrio cobraba vida!

 

Plano topográfico de A. Malaver, año 1867

 

Cuadro “La Residencia del Ministro Inglés” de Richard Adams, año 1826. Se ve la antigua casa de Martín Altolaguirre en Alvear y Libertad funcionando como sede de la Legación Británica

 

Obra de William Gore Ousley. La casa del extremo izquierda es la que funcionó como sede británica, la del medio una casa de rentas, y la de la derecha es la casa que Whitfield se mandó a construir sobre la cresta de Alvear entre R. Peña y Callao.

 

Grabado de Modesto Brocos. El Colegio Aravena, fundado por M. Arrego Aravena , en la primitiva casa de Alvear y Libertad.

 

Publicidad de “El Mosquito”, año 1880 . El colegio de Madame Frebourg en la casa de Whitfield en Alvear entre R. Peña y Callao.