Sra. Presidenta

Sociedad de la Raza Irlandesa de Junín

Con motivo de cumplirse recientemente el 50 aniversario de la realización del primer Encuentro Nacional Argentino Irlandés en Junín en el año 1970, la Presidente de La Sociedad de la Raza Irlandesa de Junín, Ana Castrillon Mulvihill, a la sazón también Presidente de la Federación de Sociedades Argentino Irlandesas, publicó la nómina de los primeros socios que en 1924 conformaron esa sociedad irlandesa juninense. El texto del comunicado también rezaba:

“En Homenaje a todos aquellos inmigrantes Irlandeses que poblaron esta Patria, los que vinieron a trabajar la tierra como mis Ancestros. Los que vinieron a hacer realidad la insuperable red de Ferrocarriles, los que vinieron con el corazon encendido buscando un Futuro Nuevo ardiente la Sangre Irlandesa llena de Esperanza, de ilusiones, de risas, de emociones. Siempre honraremos su memoria !!!!”

Los irlandeses no vinieron a “hacer realidad la insuperable red de ferrocarriles”. Vinieron huyendo de la extrema pobreza y miseria de un país inviable cuyas autoridades británicas aplicaban políticas económicas de “laissez faire” o de libre mercado (también llamadas liberalismo) ideadas por Adam Smith a fines del siglo XVIII, y que causaron el genocidio de un millón de irlandeses expulsados de sus viviendas que murieron por inanición y enfermedades infecciosas entre 1845 -1850 mientras los británicos continuaban exportando carne y granos de Irlanda a sus propios mercados para beneficio de sus empresas de la época. No fue una “Gran Hambruna” por causas naturales que destruyó los sembrados de papas, principal sustento de las clases indigentes, como se la dió en llamar hasta hace pocas años. Fue una limpieza étnica de un pueblo abandonado a su suerte por las autoridades ocupantes. Para entender la magnitud de la tragedia la población total de Irlanda según el censo poblacional de 1841 era de 8.2 millones de habitantes.

Este genocidio del cual el gobierno imperial británico fue enteramente responsable, dejó al país en tal estado de devastación que causó además la emigración de un millón y medio de irlandeses en los años subsiguientes.
Fue la misma ideología y las mismas políticas económicas de libre mercado que llevaron a la ruina y al hiper endeudamiento a éste país con un neo-liberalismo aggiornado a los tiempos contemporáneos aplicado por Alfredo Martinez de Hoz bajo la dictadura cívico militar eclesiástica, Domingo Cavallo durante el Menemato y la Alianza De la Ruista y bajo la Alianza Macrista con su “mejor equipo de los últimos cincuenta años.”
En estos últimos ciclos neoliberales las beneficiarias fueron las corporaciones nacionales y transnacionales de servicios de energía y financieros.

Mi abuelo, Francisco Mc Loughlin cofundador en 1924 junto a otros 17 irlandeses de La Sociedad de la Raza Irlandesa de Junín y que tuvo su primera sede en el Círculo de Obreros Católicos, trabajó toda su vida laboral en el FC Buenos Aires al Pacífico en Junín, así como muchos de los miembros de La Sociedad de la Raza Irlandesa.

Los que hicieron posible la “red insuperable de ferrocarriles” al decir de Ana Castrillón Mulvihill, fueron los capitales británicos que diseñaron sus trayectorias para transportar nuestra producción agropecuaria al puerto de Buenos Aires. Nuestro comercio exterior, consistente en la exportación de materias primas, dependía del Imperio Británico como nuestro principal comprador mientras nos abastecían de productos industriales con valor agregado. Para quien tenga dudas recomiendo que lea acerca del Pacto Roca – Runciman firmado el 1 de mayo de 1933 en Londres por nuestro Vicepresidente Julio A. Roca (h) quien a su regreso tras haberlo firmado manifestó sin ruborizarse que la Argentina era, desde el punto de vista económico, una parte integrante del imperio británico. Otro miembro de la delegación sostuvo a su turno que «la Argentina es una de las joyas más preciadas de su graciosa majestad». Sir Walter Runciman era el Ministro de Comercio Británico. Presidía nuestro país el General golpista Agustín P. Justo, representante de los intereses de los grandes sectores ganaderos exportadores argentinos.

Sugiero entonces a nuestros representantes comunitarios que escojan con cuidado las palabras que utilizan en actos recordatorios y homenajes, teniendo en cuenta los sucesos de la Historia que nos han marcado como pueblo.

Ricardo Tomas Mc Loughlin