Por Noe Davidovich. Especial para TSC

Cada vez que recorro cualquier lugar del planeta, en lo posible trato de acercarme o conocer la vida judía de la ciudad o región que fueron o son habitados por nuestros miembros de la comunidad.

Quiso el destino que fuera a la ciudad de Dublín, capital del Estado de Irlanda. Todos hemos leído no solo de los personajes célebres de esta Nación y solo por mencionar a los más conocidos empezaríamos por George Bernard Shaw, Oscar Wilde, Francis Bacon o tal vez uno de los contemporáneos más conocidos James Joyce, autor del célebre libro Ulises.

Como todo turista que llega al extranjero casi siempre obtiene el mapa de la ciudad, en este caso Dublín. Por supuesto, como es sabida Irlanda no solo es de fuerte raigambre católica sino los irlandeses mantuvieron con el Reino Unido esencialmente protestante grandes enfrentamientos que no es del caso analizar es esta crónica.

Seguramente nuestros lectores lo pudieron apreciar bastamente no solo en los periódicos sino en muchas películas de origen estadounidense. También en este punto es de destacar la gran migración irlandesa a los Estados Unidos impulsada por el grave deterioro de aquella Nación europea, y esencialmente hambruna, razón por la cual es fuerte la presencia en la población norteamericana de aquella etnia y su incidencia enorme entre otros aspectos en la industria hollywoodense.

Un poco de historia

Las referencias que aportan las distintas publicaciones sobre los judíos en Irlanda las hacen remontar al siglo XI, esto es aproximadamente al año 1079 de nuestra era, dato que se podrá apreciar mejor ya que es más de 1000 años de nuestra común era. De ahí hasta nuestros días hay hasta una historia que recoge el Museo Judío de Irlanda, que puede visualizar su ubicación en el mapa turístico de la ciudad.

Acá me quiero detener en algo de lo que vengo machacando hace tiempo. No se equivoque el lector dije o mejor dicho escribí, ya que no es necesario para los congéneres explicarle el sentido de ese vocablo. Pues para que no queden dudas en pocas guías turísticas de nuestra ciudad no hay marcado los centros judíos porteños. Prosigo.

Me dirigí al centro o museo judío de Dublín, que es atendida por una voluntaria, ya que se hace notar en diversos lugares que dicho museo no recibe subsidios estatales, y si bien no cobran el ingreso recomiendan la donación voluntaria.

Por empezar diremos que se encuentra ubicada en un punto distante del centro de la ciudad, en una zona que otrora fuera lugar de asentamiento de miembros de nuestra colectividad.

La primera referencia que nos proporcionaron nos dejó estupefactos. Su actual cantidad de miembros no sobrepasa las 800 personas, siendo el punto de mayor concentración judía la ciudad de Dubín. Sin embargo esa comunidad reducida en número proporcionó un Presidente al Estado de Israel, el General Chaim Herzog. Y para no perder lo expresado anteriormente diremos que el referido fue el cronista radial militar en la época de la Guerra de los Seis días habiendo sido hijo del Rabino jefe de esa comunidad, Isaac Herzog.

Sectores del museo

Justamente uno de los sectores en que está dividido este Museo ubicado en un modesto edificio de dos plantas es el referido a este digno y representativo miembro de la comunidad judía irlandesa, como otros que refieren a otros miembros destacados, en este caso el de Robert Briscos que fuera alcalde de Dublín en dos períodos o el de Mervyn Taylor, que fuera el Ministro por la Igualdad durante 4 años.

Los otros sectores son referidos a: Rabinos, Jefes, Ulises, grupos juveniles, etc.

En la planta superior de este inmueble está la Sinagoga de reducidas dimensiones y que como un recuerdo de su actividad religiosa anterior está reproducida una Jupá con la pareja de novios en cera con sus vestimentas tradicionales.

Si bien figura en el prospecto de información la referencia de la existencia de la congregación ortodoxa, también la que registra mayor afluencia de feligreses es la liberal existiendo en Irlanda otras dos una en Cork y otra en Belfast, ciudad del sector que pertenece al Reino Unido.

Por supuesto que se obtiene alimentos Kosher en lugares específicos y consta la existencia de una Escuela judía, como así también un cementerio en la ciudad de Dublín que se estableció alrededor de 1700.

Es de mencionar que para esta pequeña actual comunidad ofrecer a los visitantes la oportunidad de mostrar casi los restos de una kehilá que en ningún caso superan los 4000 miembros. Este museo muestra donde una atiborrada imagen de lo que fue en sus mejores épocas.

Es digno de destacarse y subrayamos que padre e hijo fueron alcaldes de esta importante ciudad. Nos referimos a Briscoe Robert (1956–1961) y Ben Briscoe que también fuera lord mayor de Dublín en el periodo y que fuera un prominente patriota en la lucha que mantuvo el IRA para la liberación y Ben Briscoe (1988).

Pero sigamos adelante sin dejar de señalar que no fueron ellos los únicos Lord Mayor como llamaban a sus intendentes o Alcaldes Mayor, sino también tuvo en otra importante ciudad Cork, en la persona de Gerard Goldberg (1977) que también fue un activo dirigente del IRA. Como se podrá apreciar fueron estos personajes en la última década del siglo XX que esta comunidad reducida tuviera en el manejo de ciudades importantes.

Durante su mandato al frente de la ciudad inauguró el puente denominado Trinity Presbyterian al que jocosamente los habitantes de Cork rebautizaron con el nombre de Passover, es decir Pesaj.

Como se podrá apreciar fueron en las últimas décadas del siglo último que esta comunidad reducida tuviera dignos representantes en manejo de sus ciudades importantes.

En estas reducidas dimensiones del Museo Judío que se encuentra atiborrado de elementos donados por los miembros de la comunidad tuvo el privilegio de ser inaugurado por uno de sus miembros más destacados el entonces Presidente de Israel Herzog en ocasión de su visita a su ciudad natal en 1985.

No quiero dejar de señalar que el aporte humano de sus voluntarios no se encuentra acompañado por una contribución de una organización mundial, ya que la historia de esa comunidad también es la nuestra.

Quiero señalar que los judíos en Irlanda provienen de la inmigración de Europa Central (austro-húngaro) cuando aproximadamente 2000 judíos llegaron a este Estado entre 1880 y 1910 y sobre todo durante la época nazi.

Otras referencias

Aconteció que en el año 1940 durante la Segunda Guerra Mundial la población judía de Irlanda era de 5500 personas hoy el total no sobrepasa las 1800 y su presencia está más en la obra de James Joyce, en su conocido libro ULISES, que no deja de recalcar en sus personajes y en su descripción literaria los típicos lugares donde los judíos frecuentaban sectores de la ciudad que están justamente muy próximas al Museo, como Lombard Street o Emorville Square.

James Joyce como otros ilustres personajes tienen su presencia en esta ciudad a través de esculturas que uno puede apreciar y que otorga a esta capital tan verde como su color distintivo y que seguramente por las frecuentes lluvias que caen sobre su territorio le otorgan el privilegio verdor de sus parque y que nos acompañó durante nuestra estadía.

Ya que nos hemos referido a este prominente escritor diremos que ello se debió a que lucharon por la independencia del Estado y ser miembros prominentes del Parlamento.

Algo más

Miles de turistas llegan a esta ciudad capital de Irlanda. Es verano y por supuesto es época de vacaciones y el calor reinante en el viejo continente no se hizo sentir en esa región, por la sencilla razón de que el tiempo es totalmente inestable.

No sabría decir qué número de turistas son judíos, pero por el registro de visitantes en el Museo son en su mayoría de los Estados Unidos.

Lamentablemente pocos fueron los visitantes a este Museo Judío de Irlanda, pero a través de estas líneas quise ofrecerles a los lectores de este periódico para que puedan hacerlo en el futuro.

Estoy seguro que si ello tiene lugar los voluntarios que atienden a los concurrentes a este empecinamiento comunitario, sentirán que su labor no ha sido en vano y que ellos también escriben una página en la larga historia de nuestro pueblo.